Después de varios años desde que definí mi área de dedicación en diseño en la universidad, para luego pasar por experiencia de forma independiente como para empresas, o hasta por amor al arte en colaboraciones, usando distintas herramientas digitales, con un uso un poco más de intermedio, me he dado cuenta de cierta afinidad con algunas.
Área Multimedia
Me forme en una escuela de diseño general, en donde cada uno encontraba su área de acuerdo a su propio trabajo en el taller – la columna vertebral de la carrera- mi perfil en lo técnico fue orientándose en cuanto al área multimedia, desde diseño web hasta animación y vídeos multimedia, antes de eso, desde niño en mis interacciones con el computador, siempre fue parte de mis intereses todo lo que es software y lo que se podía lograr con estos programas.
No obstante, en los laboratorios de mi escuela de diseño fui acotando esta lista y centrándome de acuerdo a las sugerencias de los profesores, por las herramientas de la Suite Adobe, la que ya conocía por Photoshop (desde 13 años conociendo cada una de sus versiones), Dreamweaver, el extinto Flash (programazo) y Premiere, posteriormente conocería After effects y sus maravillas.
Editores de vídeo
Dentro de mi historia con los programas para computadores, había utilizado distintos editores de vídeo, desde algunos muy sencillos, como Windows Movie Maker, bien considerado por distintos públicos por ser una alternativa de fácil uso y que cumplía la función, una herramienta muy concisa, o también otros como Vegas Pro, Cyberlink Power Director, llegando hasta las opciones más profesionales como Final Cut Pro o Premiere.
Últimamente había escuchado mucho hablar de Davinci Resolve muchos en Youtube mencionaban sus ventajas y por su interfaz luce acorde, por tanto lo dejé en carpeta para revisar, hasta que llegó ese momento y pese a intentarlo, no me convenció, cabe destacar que esto depende mucho del uso que se le da, por tanto esta afinidad es muy específica y no aplica de forma general. De esta manera y para mi sorpresa, porque creía que lo usaría de ahora en adelante como mi editor de vídeo, luego intente con Final Cut Pro que según sabía ahora tenía muchas novedades, quizá un poco más pero no tampoco me convenció del todo.
Premiere
A fin de hacer el contraste, volví al viejo Premiere y mi flujo de trabajo ahí si funcionaba, su herramienta ‘Cuchilla’ o en Razor tool, mi favorita, en conjunto con sus atajos una interfaz simple que me permite realizar lo que necesito y en esta ocasión descubrir que se establecen afinidades con cierto software y esta es mi alternativa – hasta ahora- para la edición de vídeo.
Como decía un profesor en la universidad, ‘los programas son herramientas al servicio del diseño, por tanto hemos de usar la que más nos acomode para conseguir el propósito’, de todas maneras por la buena fama de Davinci, no descarto volver a intentarlo.
¿Y tú? ¿Cuál prefieres para editar vídeos?
Francisco Agustín